"Y era tal natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico."
Ayer abordé a un argentino en el aparcamiento de un supermercado.
Sí, ya tenemos voz para leer a Julio Cortázar.
Un beso y cuidaros del frío. marijo
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