martes, 8 de febrero de 2011

A vueltas con la ortografía ...

Creía que era yo sola la que pensaba que era peligroso eso de suprimir algunas tildes. Entiendo (una vez leí algo sobre ello) que las lenguas están vivas, que evolucionan, que cambian con los tiempos, que se modifican con las modas y que debemos estar abiertos a ello. Pero ... ¿nadie recuerda el cuento de Ana Mª Matute donde un tendero no le ponía la tilde a una "O" entre dos cifras y se montaba un follón. (¿se pude escribir "follón" en un blog?) A mí, aquel relato, me marcó sobre la importancia de la correcta escritura. Pobre señor tendero.

Pues Javier Marías escribe en "Discusiones ortográficas I" ...
"La posibilidad de seguirles poniendo tildes a estas palabras no es para mí irrelevante. ¿Cómo saber, si no, lo que se está diciendo en la frase: "Estaré solo mañana"? Si se la escribe en un mail un hombre a su amante, la diferencia no es baladí: sin tilde significa que estará sin su mujer; con tilde que mañana será el único día que estará en la ciudad. No es poca cosa, la verdad. Por menos ha habido homicidios." se publicó en La Zona Fantasma, para El País Semanal.

Un beso. mjo

P.D.: Estoy haciendo más dibujos, dadme tiempo.

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