Y además, martes de carnaval. Mucho para un solo día ¿no? Yo estoy agotada. Me voy a dormir, que mañana, aunque no sea 8 de marzo, seré mujer y trabajadora también. Y no sé vosotras, pero yo llego al viernes arrastrando los pies. Esto de trabajar y ser ama de casa es muy cansado. No llegan las horas del día. Porque seamos sinceras, en el hipotálamo tenemos incrustado eso de tener limpia y ordenada la cueva y por más que digamos que nos da igual como queden las cosas no podemos vivir sin dejar la casa hecha antes de salir. ¿Y la ropa? ¿Y los recados? Todo, todo tiene que estar controlado. Acabo de recoger la ropa que tendí esta tarde al sol. ¿Mañana otra vez toca plancha? ¡pero si estuve dos horas ayer! Y ese polvo ¿de donde sale? Y mañana a la oficina y no olvides el blog. Aydios (que diría Edu) se me olvidó el cumple de mi hermano. ¡Que desastre! Lo siento. Un beso grande.
Pero no pasa nada, mañana haré lo que no haya hecho hoy. Ahora toca leer. Este será mi único momento de tranquilidad del día. Un libro escrito por una mujer: Milena Agus. "Mal de piedras"
"¿Dejamos que nuestra sonrisas se besen? - le preguntó abuela, y entonces se dieron un beso terso, infinito, y el Veterano le contó luego que esa misma idea de las sonrisas que se besan la había tenido Dante en el canto V del "Infierno", para Paolo y Francesca, dos que se amaban y no podían."
Este libro es corto, es bonito y tiene mucho que ver con el día de hoy. El próximo jueves lo llevo al rincón. mjo
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