El pasado 8 de junio anunciaba en este blog la "fiestuki" del rincón. Durante la cena, alguien nos avisó: "9, viernes, está mal". Juro que no lo hice para despistar. Fue un lapsus (palabra latina cuyo significado original es resbalón) y dejo aquí constancia de la errata. La fiesta fue el día 9 y era jueves.
La cita fue una buena idea, lastima que hacía frío y no pudimos hacerlo en la terraza. Otra vez será. La anfitriona lo tenía todo perfectamente planeado. El equipo organizativo, madre e hija, lo tenían todo controlado. Todas fueron llegando puntuales y con sus manjares emplatados. Guapas, arregladas y sonrientes. Él (nuestro caballero alavés) con una caja de vastitos y neskitas para chuparse los dedos. Y nuestro cumpleañero, que no pudo asistir, nos dejó en la biblioteca para el postre una enorme caja de pastas para el café. (Pese a saber que estaba dando clase de informática le telefoneamos para cantarle el zorionak zuri a pleno pulmón y bien entonado. (Creo que el Orfeón Donostiarra nos anda buscando.) Cecina con rúcula y queso parmesano, tortillas de varias maneras, bonito, jamón, queso, membrillo, ... de todo. Cerveza, buen vino, refrescos para las más prudentes. Y muchos postres. Mucha azúcar. Para endulzar la vida. Tartas, torrijas, ... e infusiones varias. No faltó de nada. Y lo mejor, lo más divertido, la charla. Alguien llevaba (¡qué raro!) algo para leer. Sí, hasta en las cenas nos da por leer. No tenemos remedio. Nos reímos mucho con la historia del fotógrafo y también con la niña que veía dibujos animados. Al final de la velada todo recogido y aquí no ha pasado nada.
Y aunque, desde entonces, me queda más justa la ropa, no me importa .... fue un gusto cenar con vosotras.
Un beso enorme. marijo.
La cita fue una buena idea, lastima que hacía frío y no pudimos hacerlo en la terraza. Otra vez será. La anfitriona lo tenía todo perfectamente planeado. El equipo organizativo, madre e hija, lo tenían todo controlado. Todas fueron llegando puntuales y con sus manjares emplatados. Guapas, arregladas y sonrientes. Él (nuestro caballero alavés) con una caja de vastitos y neskitas para chuparse los dedos. Y nuestro cumpleañero, que no pudo asistir, nos dejó en la biblioteca para el postre una enorme caja de pastas para el café. (Pese a saber que estaba dando clase de informática le telefoneamos para cantarle el zorionak zuri a pleno pulmón y bien entonado. (Creo que el Orfeón Donostiarra nos anda buscando.) Cecina con rúcula y queso parmesano, tortillas de varias maneras, bonito, jamón, queso, membrillo, ... de todo. Cerveza, buen vino, refrescos para las más prudentes. Y muchos postres. Mucha azúcar. Para endulzar la vida. Tartas, torrijas, ... e infusiones varias. No faltó de nada. Y lo mejor, lo más divertido, la charla. Alguien llevaba (¡qué raro!) algo para leer. Sí, hasta en las cenas nos da por leer. No tenemos remedio. Nos reímos mucho con la historia del fotógrafo y también con la niña que veía dibujos animados. Al final de la velada todo recogido y aquí no ha pasado nada.
Y aunque, desde entonces, me queda más justa la ropa, no me importa .... fue un gusto cenar con vosotras.
Un beso enorme. marijo.
ESKERRIK ASKO A TODAS-TODOS....Fue el mejor regalo que tuve!!!
ResponderEliminarPara la proxima me apunto. jejejeje