La llamada ha sido sospechosa. -Ven corriendo. (Algo se quema, pienso.) Después recapacito, ay madre que seguro que esto es una trampa. Un ramo de flores me esperaba en la oficina. ¡Gracias! son muy bonitas. Hay que ver lo mal que miente Olaia. O eso, o mi intuición femenina, pero les he pillado al vuelo. Dicho sea de paso podía haber llevado unas pastas. ¡Vaya cabeza! Lo haré, pero otro día, cuando estén todos y todas para celebrarlo conmigo. Un beso a mi compañía del alma, Markeliñe, gracias.
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