"El día que fuimos a la residencia de ancianos a solicitar plaza, despertó a medias de su habitual sopor como si fuera a entrar en un mundo nuevo, a volver al tiempo pasado de su juventud. Estuvo largo rato aseándose y maquillandose, y finalmente apareció "como una jovencita" que abandona sonriente la residencia de la escuela de ensañanza doméstica, decidida a hacerse independiente, a dejar de compartir el espacio con otros y alquilar su propia habitación en pleno centro de la ciudad."
Pérdida. Gudbergur Bergsson
No hay comentarios:
Publicar un comentario