martes, 4 de diciembre de 2012

Una máquina de escribir.


"Una máquina de escribir reventó mi destino. Fue una Hispano-Olivetti y de ella me separó durante semanas el cristal de un escaparate. Visto desde hoy, desde el parapeto de los años transcurridos, cuesta creer que un simple objeto mecánico pudiera tener el potencial suficiente como para quebrar el rumbo de una vida y dinamitar en cuatro días todos los planes trazados para sostenerla. Así fue, sin embargo, y nada pude hacer para impedirlo."

El tiempo entre costuras. María Dueñas.

Me lo ha dejado una amiga que todavía no sabe nadar, ... pero está en ello. 

Un beso, por valiente y campeona. mjo

Nota: cuando mi hijo vio el libro pensó que era para él. La abrió, nos miró despacio y dijo: éste se lo lee amatxu, que tiene muchas letras.

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