Llevaba un vestido de algodón, el pelo algo más corto y un cubo azul para coger cangrejos. Me encantó su voz, su tono y su acento. Me dio que era graciosa, algo tímida, de las que miden distancias. Una de esas flores raras a las que les molesta la luz y el calor pero que no soportan (tampoco) el frío y el largo invierno.
Cada vez que la veo lleva el pelo más largo. Y la misma sonrisa. Espero verte otra vez este verano, con el cubo, en las rocas de Laga. Pero tendrá que ser en septiembre. El tiempo pasa y no lo ves. Vuela. Se escapa.
Disfruta. Un beso para ti y para tus chicos. mjo
Otro beso para ti y los tuyos!
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