Creo que estos días estoy coincidiendo (en el tiempo y en el espacio) con una de las personas más ...(tengo que elegir bien los adjetivos) ... oscura, negativa y antipática que he conocido jamás. Y creo, sinceramente, que no podré llegar a conocer en mi vida algo parecido. No es que sea borde, no, es que es borde y mal educado. No sólo es seco, es muy seco, rancio, tosco y desconfiado. Además, no respeta las fórmulas mínimas de la cortesía o de la diplomacia. ¿Para qué? Él piensa en él. Habla y no escucha. Y para colmo, insulta. Es increíblemente molesto. Mucho, mucho.
Él caso es que alguien a quien escucho siempre, me recuerda a menudo una frase sencilla y correcta: Si tenemos dos orejas y una sola boca, ¿No deberíamos escuchar el doble y hablar la mitad? Si a obviar esta frase como principio vital le añadimos que el susodicho ser (in)humano bufa incoherencias, se hace el listo, y menosprecia cualquier tipo de enseñanza, ahí, tenemos el retrato de quien cada mañana me hace mirar al techo y pensar, ¿Pero qué le han hecho a esta chico, para que sea tan horrible?
Rezaré por él. Para que su negro corazón se ablande un poco y vea las cosas bellas de esta vida. Que haberlas, haylas.
Un beso de buenas noches. mjo
Soy terriblemente susceptible, y lo sabes. Pero esta vez se que no soy yo. Conmigo solo coincides un día a la semana. Hasta mañana.
ResponderEliminarK.
Ups, yo también me descarto, aunque sea por el hecho de haber escrito "él". Tendrá su camino que recorrer y sus cosas que aprender. Yo también fuí muy negativa, pero me estoy quitando, jaja.
ResponderEliminarR.