jueves, 16 de octubre de 2014

Suele pasar.


Se me ha caído el kiwi en la infusión de tomillo y he descubierto un nuevo sabor de camiseta.

En mi casa los desayunos siempre tienen un  punto surrealista. Mientras uno está aún muerto de sueño, el otro grita por el balcón buenos días a las ventanas cerradas de un barrio dormido. Y yo, despierta desde hace horas me agito ante la imposibilidad de hacer todas esas cosas que haría si no fuera porque no son horas para hacerlas. Y me refiero a poner música, a dibujar, a .. Y en esta tesitura y con una mesa invadida por guerreros, vaqueros y marcianos varios, nos ponemos a desayunar. Hablo y explico las cosas que sueño, las que quiero soñar, las que quiero probar, ... y entre hablo y hablo, la fruta resbala, cae en la taza, y plas! me salpica la cara y la camiseta. Estoy mejor callada.

Empieza el día, ahora toca hacer (poco a poco) realidad los sueños.

Nos vemos hoy, que es jueves. Plan: recomendaciones, proyectos, noticias, ... hay cosillas.

Un beso de colorines. mjo

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