jueves, 6 de noviembre de 2014

Aviso: va por ti.


En un par de segundos te estarás poniendo roja, ya que aún sabiendo que nadie sabe quién eres tú, tú te sientes como si todo el mundo lo supiera. 

Hola, compañera de tardes de dibujo, amiga entre papeles, dibujos y cafés de sobre mesa. Hola, artista nata y modelo de una de mis más bellas fotografías. A ti van hoy, mis buenos días. 

Cuántas veces me acuerdo de aquellas tardes llenas de personajes con gafas, campana en los pantalones y caras de buena gente. ¿Te has fijado? ya nadie dibuja en el Donibane, ya no hay ocupas con borra-goma. Qué a gusto estábamos allí siempre. Y ¿te acuerdas de nuestros apreciados museos, y de aquella terrible base de datos, y de aquel jefe con barbas que nos invitó a comer alguna vez cuando ya nos dolían las manos y los ojos (al menos a mí, que siempre fui una blanda) de tanto y tanto dibujar? Yo, como si fuera hoy.

Pero no me voy a poner nostálgica, que no viene al caso. ¿Cuándo quedamos? ¿Cuándo nos vemos? Y me cuentas, y yo te cuento. Que siempre que nos vemos es de pasada y aunque yo hablo siempre mucho, al irme siempre pienso: un día tomamos algo caliente, o frío, o templado, y charlamos.

Un beso de compañera (también) de algunas juergas. mjo

Nota: Gracias por decir que algún día se unirían todas las piezas, eso delata tu confianza en mí.

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