miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cáscaras de cacao ecológico.


Ese ha sido mi regalo de este último viaje intercontinental. Curioso. Ayer me tomé una taza de infusión hecha con estas cáscaras que os digo y (entre lo sensible que soy yo a los estimulantes y que creo que tomé más de la cuenta) un poco más y preparo las felicitaciones navideñas de este y de los próximos 5 años. Como una pila estaba yo ayer. Y por la noche apenas he dormido. Hoy puede ser un día curioso. Hoy puede ocurrir cualquier cosa. Iremos con calma y figura no vaya a ser que rompamos alguna cosa. De momento voy a recoger todos los papeles, cintas, rafias, estrellas, telas varias y tijeras, que ayer se quedaron sobre mi mesa cuando fui consciente de la hora que era y de que había para cenar un rico bacalao en salsa marinera. (O algo así)

Un beso de diciembre como deber ser diciembre. mjo

Nota: Tengo que buscar un libro que ya vale de escribir aquí tanta tontería. M.A. me mata.

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