Ese ha sido mi regalo de este último viaje intercontinental. Curioso. Ayer me tomé una taza de infusión hecha con estas cáscaras que os digo y (entre lo sensible que soy yo a los estimulantes y que creo que tomé más de la cuenta) un poco más y preparo las felicitaciones navideñas de este y de los próximos 5 años. Como una pila estaba yo ayer. Y por la noche apenas he dormido. Hoy puede ser un día curioso. Hoy puede ocurrir cualquier cosa. Iremos con calma y figura no vaya a ser que rompamos alguna cosa. De momento voy a recoger todos los papeles, cintas, rafias, estrellas, telas varias y tijeras, que ayer se quedaron sobre mi mesa cuando fui consciente de la hora que era y de que había para cenar un rico bacalao en salsa marinera. (O algo así)
Un beso de diciembre como deber ser diciembre. mjo
Nota: Tengo que buscar un libro que ya vale de escribir aquí tanta tontería. M.A. me mata.
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