Desaparecido en combate.

Ayer no lo encontraba. Dio varias vueltas pero nada. No aparecía por ningún sitio. En los archivos aparecía como libre, pero no estaba en el lugar que le tocaba. A veces pasa. A veces las cosas no quieren ser encontradas, o los correos no llegan, o las llamadas se cortan sin decir todas las palabras.

Nos lo recomendó L. un jueves en el rincón. Parece ser que el grupo de crítica literaria lo ha leído ya. En cuanto salga de su escondite lo leemos. Si lo dice ella, seguro que merece la pena. 

Pequeños crímenes conyugales. Eric-Emmanuel Shmitt.

Pequeñito. 104 páginas en Anagrama. Será por eso que no se encuentra con facilidad.

Un beso de jueves y estornudos. mjo