"Si Dios puso la manzana, fue para morder."
Eran 5, fuera de programa, con un equipo a gasolina, sin nada más que ellos mismos. Suficiente. Más que de sobra. Un espectáculo. Breakdance en estado puro. Sin alfombra ni red. Increíble y divertido. Y muy muy ... atractivo. Todo llevaban tatuajes, no vi ni un sólo pelo, y aunque no se exhibían como modelos, cautivaron a más de muchas. Un éxito. El público llenó los bombines, y era poco.
Lo tengo claro, la magia se da cuando el que ejecuta ama lo que nos ofrece. Da igual si es música, baile o un discurso sobre una caja, si lo siente, lo trasmite.
Si por algo me gusta la Aste Nagusia, es porque hay sorpresas en cada esquina. Y yo ... necesito sorpresas.
Un beso de canción de verano y mordida incluida. mjo
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