Hay mucha mala baba repartida por el mundo y su alrededor. Hay personas que si al hablar pusieran un poquito de cuidado en lo que dicen, el aire se respiraría mejor. Pero ... no a todas las personas le gusta eso de tratar bien a las demás. Y empiezan sus conversaciones, correos o mensajes ... con leche envenenada. Y claro, ya te ponen en guardia, y tú sacas la espada más larga que tienes y piensas: te vas a enterar, canalla. Pero luego reculas, no atacas y esperas. Respiras una vez, luego otra y vas aflojando la mala uva hasta llegar a un estado de indiferencia total que no te haría matar ni al más pequeño de los insectos de tu alrededor. Pero... ocurre... que a veces ... no respiras, no aflojas y mucho menos llegas a la indiferencia, ni total ni parcial. A veces, arremetes, embistes, atacas, despedazas, amenazas, ... y clavas la estocada final. Sobre todo, si ya no es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que te lo piensas. Y es que hay personas que no calibran el peligro y luego ya no hay vuelta, amigo. Y hoy no ha sido amigo, ni amiga, casi ni siquiera una conocida. Hasta ahora le he tratado con cortesía, pero se acabo la comedia. Si hoy vuelves a soplar muy alto, te salto al cuello. Y mañana ... igual respiro.
Un beso a este lindo mundo lleno de lindas personas. mjo
Nota: Cuidadito conmigo, herida soy mala muy mala mala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario