miércoles, 23 de marzo de 2016

Plancha hecha


Mientras envío fotos de prensa local, él tararea Dip Purple. Cuando plancho (se lo pido) él me lee (primero en euskera y después en castellano). Cuando le llamo para comer él quiere jugar más y cuando quiero que se vista, él prefiere jugar en el ordenador. Andamos juntos estos días de fiesta. Se acumulan horas ociosas, sin más prisa que la justa y la necesaria para llegar a las pocas obligaciones que nos recuerdan que no vivimos en una isla desierta. Le quiero. Y me gusta. Y aún así a veces siento que me vuelve loca. Se revela, con maneras de gamberro callejero y adolescente, para luego enroscarse en mi cintura y pedir 2 besos más al día. Claro, ahora mismo. Eso nunca se pospone. Tenemos que ir a la capi, pero se está tan bien en casa ...

Un beso en zapatillas de casa. mjo

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