Pensabas que hoy ya no escribiría, ¿verdad? Pensabas -es sábado, hoy ya no hay nada. Pues no. Aquí estoy. Pesada como la mosca de temporada. Diaria como tu blanca almohada. Cotorra como ... las cotorras. ¿Qué te cuento hoy? ¿Te cuento que la mar está en calma y el cielo amenaza con agua? No. Otra cosa. Leí que las cartas de las personas enamoradas comienzan sin saber qué decir y terminan sin saber qué se está diciendo. Pero no es el caso. Esto no es una carta. Y mucho menos, una carta de amor. Esto es solo un sencillo blog. ¿Tú escribes? Son muchos los beneficios de la escritura. Vuelcas el alma en cuatro frases y te quedas toda pancha. A mí me encanta.
Sí, lo has adivinado, estoy dando vueltas porque no sé qué contarte. Puedo decir que estoy pintando cajas, taburetes y letreros, pero ¿qué importancia tiene eso? Puedo decir también que de vez en cuando en casa suena una trompeta, pero lo mismo ¿a quién le interesa?
Creo que es mejor que me calle. Tal vez pensabas que hoy no escribiría y ...
Un beso de hasta mañana. mjo
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