Y no pasa nada. Ni se congela el alma, ni se hielan las pestañas. El mundo sigue. No te puedes quedar en la cama. Arriba, campeona. El día te espera, te llama, te depara un millón de cosas que seguro no esperas. Un par de citas, varios encargos, todo sobre la marcha. Y al terminar el día, tú acabarás cansada, no tengas duda alguna. Eso es la vida, en eso consiste, en levantarse contenta, en comer con apetito, en hablar con ganas, en sonreír de veras y en dormir tan pancha. No hay trucos, solo es la vida. Sea cual sea. Y tomar decisiones. Grandes, pequeñas, importantes, muy tontas, irracionales, aplazadas, olvidadas, deseadas. Tomas decisiones cada segundo de tu vida, llamar o no llamar, hacer esto o lo otro, seguir o parar, ir por esta calle o por la otra. Todo el rato, consciente o inconscientemente, estás tomando decisiones.
Hoy sólo tenemos 2 grados, pero decido que es un estupendo día para hacer todas esas cosas que aparecen en mi agenda.
Un beso de pelo corto, muy corto. mjo
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