Vienen de frente. Charlan, sonríen. Justo antes de entrar en la tienda, una de ellas, arroja una bola de papel desde la acera a la carretera. No digo nada. Pero no me agrada.
Lleva su perro caminando alegre por mi calle. Al llegar al portal, el perro, deja su huella de pis en la columna y en el suelo de piedra. No digo nada. Pero no me agrada.
Leo en las redes elegios y alabanzas sobre una artista que me encanta. Antes de contar hasta tres alguien con muy mala baba ya habrá proferido una serie de críticas y despellejos que no aportan nada salvo quedar por encima del bien y del mal. Los "pros", dice mi amado. Tampoco me agrada.
Yo callo ante lo que está mal, mientras otras personas no pueden resistirse a despreciar lo que está bien. ¿No será que el mundo está un poco del revés?
Un beso de no entiendo nada. mjo
Como decía Mafalda: "Que se pare el mundo que me bajo..."
ResponderEliminarGorka