... es de los majos. En mi lista está entre los clasificados como buena gente, aunque con genio. Bastante genio. Ha sido su cumpleaños, y yo nunca le hago ningún regalo.
Te conozco desde la época en la que la chica de los números y yo frecuentábamos lugares nocturnos y siniestros (uno tenía una cascada verde en una pared, imagínate.) Entre los imborrables recuerdos que tengo, en aquellos años de ir y venir, hay una cena por una apuesta perdida, en la que yo vi (muy de lejos) que allí había algo más que tomate. Aunque como suele suceder en estos casos, la verdadera implicada no se enterase de nada. ¿Tanta era la amistad que nos fuimos ella, tú y yo a cenar? Mi memoria borra continuamente cosas del pasado sin piedad y no soy capaz de recordar cómo llegamos a tal apuesta. Tampoco recuerdo cuánto tiempo pasó entre aquella cena informal y una boda especial, con J. cantando Sin miedo a nada de Alex Úbago y una tal Amaia Montero. Un suspiro. Nada.
Tienes una hija inteligente, valiente y peleona, como tú, y una chica por esposa a la que quieres más de lo que ella se deja. (Me da.) Eso forma parte de su encanto. No podrías vivir sin ella, y ella sin ti, por supuesto, tampoco.
Espero que hayas disfrutado de un estupendo cumpleaños, que cumplas muchos años y que seas muy feliz. Yo espero estar ahí para verlo y seguir recordando que te conozco desde hace tanto que ya casi no me acuerdo.
Un beso de gracias por enseñar a X. a tirar al arco en Katalangane. mjo
Nota: Ayer vimos El increíble Hulk, en la que sale Edward Norton. Tenemos que hablar.
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