James Joyce dijo alguna vez: La vida es demasiado corta como para leer un libro malo.
Sé que puede parecer pereza, no lo es. Sé que hay quien adquiere un compromiso con el libro empezado que le lleva a terminarlo. En esta vida todo es respetable, y debe serlo. Pero yo no puedo, no quiero, no sé hacerlo ... Eso de leer un libro que no me agarra desde el minuto cero, es en mí tan improbable como desacertado. ¿Acaso besaría a quien no me agrada? ¿O escucharía a quien no me interesa más allá de la inicial atención por cortesía? Lo dejo cuanto antes. Lo retiro. No es para mí. O yo no soy para ... ello.
De todas formas, y con todo el respeto del mundo, Joyce, no hay libros malos, todo es relativo. Di mejor, que no es de tu agrado.
Un beso corto como la vida misma. mjo
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