"Consciente como era, de que cada decisión, por pequeña que ésta fuera, podía cambiar el rumbo de las cosas, salió de casa decidida y hasta un poco enfadada, con la intención de llegar a la oficina de correos antes de que cerraran. Los viernes, el responsable de la correspondencia acostumbraba a salir antes para reunirse con los amigos a tomar vinos en el puerto. Bendito pueblo, donde cada persona hacía lo que se le venía en gana."
Chicas, aquí está. El principio de nuestro libro.
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Un beso de me gustan los proyectos. mjo
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