Hay veces, en la vida, en las que algo te molesta; un gesto, una broma, una despedida. Enfermado el pensamiento, solo piensa en la venganza. En demostrar el enfado, en luchar por la razón. Con el tiempo, y con los años, te vas dando cuenta de que siempre es mejor perdonar y olvidar. Que nada es tan importante como para que te haga perder el sueño y que la mejor decisión es seguir confiando en el corazón. Si me enojo, ya sé lo he de hacer, esperar, respirar, dejar que el nubarrón se aleje y después sopesar si merece la pena volver a intentarlo. Casi siempre es sí.
Y si es no, que corra el aire, a perder el tiempo no hemos venido. Agur. Hay quien merece mil vueltas y quien no merece ni media. Cada cual por su camino y si no nos encontramos mucho, eso que ganamos.
Un beso de al pan, pan. mjo
Nota: Qué bueno tener personas por las que querer buscar siempre la manera de llevarse cada vez mejor.
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