Me juré a mí misma ir eliminando cosas de una lista que no acababa nunca. Pero la lista, aún en cuarentena, no para. La única diferencia es que ya no me quejo de nada.
Hoy quiero hablaros de una propuesta. Alguien, una chica o señora, ha grabado y enviado un audio en el que nos invita a escribir cartas a las personas hospitalizadas. La intención es bien bonita: se trata de entretenerles en sus horas de cama, enviarles apoyo, y hacer (con palabras) que no se sientan tan solas.
Este audio me llegó anoche a través de mi querida vecina de balcón y vecindario. Ayer mismo nos dimos nuestros números de teléfono para no tener que depender de la suerte, y poder avisarnos para salir a la barandilla a charlar un rato. Le di total libertad para enviarme de todo. Que las chorradas también divierten un rato. No sé si ella lee este blog. Imagino que no. Me ha dicho un pajarito que se pasa el día jugando con sus niñas y que es feliz de esta manera, sin mirar reloj ni calendario.
Un beso a las personas que siempre ven el tarro medio lleno. mjo
Nota: En 5 minutos clase de pilates. Nos vemos luego.
Nunca hay armario lo suficientemente vacio ni ropa suficientemente seleccionada durante una cuarentena.
ResponderEliminarYo creo que esto de las cuarentenas lo inventan las cosas cotidianas del hogar, en algo así como una huelga a la japonesa.
Muxus
Sí, sí, yo creo que se han asociado ropas con papeles y cosas con enseres, para que todos los días haya algo que hacer y no paremos nunca.
ResponderEliminarMe encanta ordenar. Y sé que soy la persona más desordenada que conozco.
Un beso por ser aitatxu y otro por ser tan majo. mjo