lunes, 23 de marzo de 2020

Nuestra vida en puntos suspensivos


Saramago haría un buen relato sobre todo esto si viviera. Él era capaz de plantear situaciones mundiales inimaginables para el resto de los mortales. Fue un visionario, un humanista, un excelente escritor y una persona estupenda. Pronto se cumplirá el décimo aniversario de su muerte. Si nos está viendo desde algún lugar del cielo, acomodado en una buena nube, con los pies en alto, me apuesto a que está escribiendo. Fijo. Adelantando reacciones humanas y consecuencias de esta terrible pandemia. El efecto dominó en sus relatos era una locura embaucadora, una sucesión de brillantes sortilegios que nos hacía un agujero en la mente para poder ver más allá del ahora y del yo tengo. 

Si Saramago viviera, podría escribir el final de todo esto en la página 374. Sabríamos así, como acaba toda esta historia. De momento, no tenemos a nadie que nos adelante los textos. Improvisaremos. Como hacemos siempre. Pero esta vez, por favor, con muchísimo cuidado. 

Un beso a las personas que forman el relato de mi vida. mjo

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