Merece unas línes este tipo grande de sonrisa graciosa e inteligente humor. Cuatro libros dejó escritos, no voy a decir que los haya leído, pero como este blog es de lectura, ... lo digo. Le veíamos en Las noticias del guiñol y El día después, y nunca conocí a nadie con tanta gracia para relatar los tiros a puerta y los fallos de equipo en línea. Narraba con ese acento suyo que le hacía único. Parecía noble, bueno y afectuoso. Igual me equivoco, aunque por lo que leo hoy en prensa, parece que estoy en lo cierto.
Adíos señor Robinson. Echaremos de menos su risa y su simpatía. Espero que sigua viendo la costa desde alguna terrazita.
Un beso a las personas que se reían con Lo + plus.mjo
Nota: ¿Por qué nos gustarán tanto las personas que hablan con acento extranjero?
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