El plan es el siguiente: Levantarse a las 7 (para lo cual nos habremos acostado a las 23 más o menos) tomar algo de fruta y salir de caminata. El recorrido puede variar según el día y la temperatura, pero pasar por el lugar más bonito de Amorebieta es obligatorio por decreto foral de esta familia republicana. El sol sale temprano y el verde asoma al ritmo de los pájaros, que se despiertan y cantan. También los gallos cantan. Las cabras no, ésas no suelen cantar por las mañanas. Las rosas están preciosas, se nota que no molestamos a la naturaleza, y se muestra brillante y lustrosa. Con cuidado de no romper el ritmo con la contemplación y no viendo más huellas que las nuestras propias, volvemos a casa con la alegría de los ojos llenos de hojas nuevas y olores limpios de primavera. Podríamos llegar al fin del mundo, pero las tareas esperan y hay que ser (un poco) responsables. Ducha, zumo, algo de pan tierno y ropa fresca. El resto del día transcurrirá con la sensación de vida que te da un buen paseo a tempranas horas de la mañana.
Un beso a las personas que se levantan de buen humor y cantan. mjo
Nota: Ojalá el mal tiempo no nos haga abandonar esta costumbre tan sana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario