jueves, 4 de junio de 2020

¿Llama o alpaca?


Ayer me tocaba el timbre mi vecina de puerta, para enseñarme las suyas y que yo le ensañara las mías, con la intención de hacer trueque si a las dos nos parecía oportuna la cosa. Yo no quería cambiar, Santa Rita, Rita, Rita, lo que llega a tu buzón no se critica. Debo reconocer que las tres que yo he recibido son serias, oscuras y un puntito tristonas, pero son las mías, y por eso las aprecio, y punto-pelota. Ya iremos viendo alguna posible combinación. Dame tiempo.

El caso, es que hasta el casoplón de mi amiga han llegado dos, y una de ellas ha dado mucho de qué hablar en la cuadrilla. Directamente, la más pecosa ha dicho que la de los corazones pequeños es horrible. (¡Pobre!) Espero que no llegue a sus oídos, podría ser tremendo. La verdad es que es difícil de combinar, sobre todo por el color del fondo de los corazones. Prejuicios, dirás. Ya. Puede ser. El caso es que nadie la va a querer. Será la olvidada. La arrinconada. La desterrada. Será para siempre y por siempre un simple y morboso recuerdo de la cuarentena. No quiero ni pensarlo. Pobrecilla.

Alguien la ha llamado la mascarilla de la llama y yo tengo mis dudas. ¿Llama o alpaca?

Un beso a las chicas que son capaces de escribir un rato largo sobre cosas sencillas. mjo

Nota: Y también sobre cosas importantes.

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