viernes, 13 de mayo de 2022

Tirupati, Andhra Pradesh, India

 

Cada mañana, 400 barberos se ponen manos a la obra con sus tijeras y máquinas de rapar. Lo hacen simultáneamente y, de media, pelarán 25 cabezas cada uno. En el templo indio de Tirumala (en las afueras de Tirupati, Andhra Pradesh) es una costumbre que los peregrinos entreguen su pelo como ofrenda al dios Venkateswara, una de las encarnaciones de Vishnú. Es un sacrificio ‘estético’ pero temporal, pues el pelo volverá a crecer. Sin embargo, el orante le demuestra así a la deidad que está dispuesto a despojarse de algo que es valioso para él.

Tirumala tiene el clásico aspecto de los templos del sur de la India. Las torres gopuram presiden el complejo. En este, una blanca como un merengue piramidal y, enfrente, otra de corte más clásico bañada en chapa de oro. Es uno de los centros de peregrinación más frecuentados del mundo, con más de 60.000 visitas diarias, que durante los festivales importantes se multiplican por cuatro. En total, cada año desfilan por los patios y los santuarios unos 25 millones de personas.

Gracias a mi amiga A., por regalarme un libro que me lleva a mundos que no conozco. 

Un beso de trenza. mjo

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