lunes, 23 de enero de 2023

Ni tú, ni yo,

 

... ni nadie. 

Ni rubias, ni negras, ni gordas, ni flacas, ni listas, ni sordas, ni altas, ni bajas, ni viejas, ni niñas, ni pobres, ni ricas, ni gays, ni lesbianas, ni guapas, ni feas, ni torpes, ni frikis, ni amigas, ni con gafas, ni sin ellas, ni deportistas, bailarinas o acróbatas, ni cojas, ni mancas, ni tuertas, ni enfermas, ni con discapacidad o sin ella, ni autistas, ni mudas, ni las mejores compañeras, ni vecinas, ninguna persona, ninguna. Ni con síndrome de down, ni asperger, ni sana como una manzana, ni chicas, ni chicos, nadie, nadie debe ser maltratado. 

El maltrato, como el demonio mismo, tiene muchas caras y muchas formas. Y ninguna tiene permiso. Menospreciar, insultar, castigar, perseguir o acosar, son todas ellas versiones de una mala cosa. Algo producto de una insana sociedad y una revisable educación.

Ser madre o padre de una persona acosada o maltratada es un infierno. Imagino que será aún peor serlo de una persona que maltrata. Y más aún ser persona maltratadora. Creo que el sentimiento de culpa debe ser tremendo. O así lo espero.

Un beso a las personas que ayer acudieron a la concentración. mjo

Nota: Pido disculpas por las personas que no mencioné en el listado. Faltan muchas, lo sé.

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