Tengo el don de sacar de quicio a las personas sin pretenderlo. Cuando ya creía resulto todo. Cuando ya era todo un volver a empezar, voy yo, estilosa de mí, y digo lo que no quiere oír. Y se lo he notado. Sí. En el tono, en ese no volverme a mirar, en ese darme las hojas como si quisiera perderme de vista. Soy así. Patosa en los momentos más inoportunos. Lo tengo que asumir.
Y sé que yo tenía razón. Pero eso no importa. Tener la razón nunca importa. Y tampoco era importante, ni serio, ni grave. Pero no le ha gustado nada. Y ahora tengo que escribir aquí que soy una máquina en eso de hacer que algunas personas saquen su mal carácter por mi culpa.
No tenía mala intención, me repito, pero no sirve para nada. Ahora tendremos que volver a empezar otra vez. Espero que esta vez dure un poco más que unas horas de nada.
Un beso de indomable piscis frente a un Goliath con tatuajes. mjo
Discrepo con varias afirmaciones de este post. Ya hay excusa para volver a compartir una agradable comida y tertulia.
ResponderEliminarDiscrepar contigo siempre es un placer.
ResponderEliminarComida con postre, tertulia sin prisa, ¿se puede pedir más?
Repetir pronto. Eso pido.
Un beso a la chica que me regala suculentas.
mjo