Hace sol. Un sol radiante. Pero hace viento. Y ese viento es del norte. El viento del norte gana al sol radiante. No hace calor en la calle.
Escribo esto mientras trabajo en la revista de abril.
El sol, que aún está por encima de los edificios, proyecta rayos contra las ventanas de la sala.
Tengo que limpiar los cristales. Pienso.
Millones de partículas de polvo, que han llegado hasta aquí gracias a la lluvia y el viento, dibujan un firmamento de puntos blancos que delatan mi falta de dedicación hacia algunas tareas domesticas (Tales como limpiar las ventanas.)
No será hoy. Pienso. Los domingos no se limpian ventanas.
Y tal vez mañana tampoco.
Un beso de día de elecciones. mjo
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