Me pilló a traspiés. Hacía frío, demasiada gente, mucho ruido. Llegué a casa, cené algo y me puse a leer para olvidarme del frío, de la gente que habla alto y del ruido que no me gusta nada. Y hoy me toca otra vez. Deberíamos haberlo hecho en verano, pero ya es tarde para volver atrás. Pantalón largo, calcetines, y esa sensación antipática de destemple irremediable que me recorre tooooodo el cuerpo. Eso me acompaña.
Pensé que la llegada de septiembre me iba a poner triste, pero no. Han sido el viento norte, la lluvia y el cielo gris. Y volverá el sol, lo sé, pero no el verano.
Un beso a las personas sensibles a las bajas temperaturas. mjo
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