Lo siento. Los domingos, algunos domingos, no escribo, o escribo poco. Tengo el cuerpo vago. Vivo la extraña sensación de que la lista de deberes es muy larga y la amenaza de que no tengo tiempo para todo... me persigue. Yo, para combatir todo esto, me hago la loca. No sé nada. No recuerdo en qué lugar están las cosas. Y no me apetece buscarlas. Para colmo, a río revuelto ganancia de pescadores y mis compañeros se dejan llevar por la misma gravedad que envuelve este domingo cansado. Desastre.
Bueno, escribo esto y me voy. Me esperan unas fotografías que tienen que ser tomadas.
Un beso de vaga dominguera. mjo
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