sábado, 11 de julio de 2020

A todas esas personas


...que han hecho posible continuar con el curso escolar

Quiero dedicar mi más sincero reconocimiento a todas esas personas que se dedican a la enseñanza, y que, ante la pandemia y la imposibilidad de acudir a las aulas, no se han rendido y han conseguido, desde sus hogares, que nuestras hijas e hijos, siguieran con sus actividades y sus estudios, logrando así, no perder clases y con ello conocimientos académicos. Además, y tan importante como lo anterior o más, han conseguido mantener esa rutina tan necesaria y aconsejable en esos días donde reinaba el aislamiento. Lo de ir a clase, aunque solo fuera de manera virtual, les otorgaba una continuidad, un horario y una serie de obligaciones que han mantenido sus mentes ocupadas y despiertas. No ha sido nada fácil, seguro, pero era necesario y es por ello que quiero dar las gracias desde aquí, a todas esas personas. 

Somos conscientes de que en muchos hogares, profesoras y profesores han tenido que ser a la vez, madres, padres y educadores. Doble tarea en un mismo espacio, donde además ejercían la psicología para entender, a través de llamadas, videollamadas o correos, cuál era la situación de cada alumna o alumno. Problemas de conexión, falta de equipos informáticos, o lo que es peor, contagios y dificultades económicas. Todo eso afecta siempre en una vida normal. Más en una situación de riesgo sanitario y confinamiento, con la inseguridad y los miedos que ello conlleva.

Todas las edades, y todas las necesidades se han cubierto con tesón, paciencia y cariño, y es que hay mucho de vocación en la carrera de la enseñanza y eso se nota siempre. Andereños y maixus han trabajado de sol a sol para preparar las materias, mantener el contacto, corregir y ayudar, … y todo eso no tiene precio. Y si lo tiene, es muy alto. 

Ahora les toca preparar un nuevo curso lleno de incertidumbres: clases presenciales, online, mixtas. Nadie lo sabe ahora, y posiblemente nadie lo sabrá hasta septiembre, es por ello que tendrán que anticipar todas las opciones para, en ese momento, poder seguir enseñando.

Gracias, de verdad, por no rendiros y enseñar a nuestras hijas e hijos a no rendirse. Posiblemente la lección más importante en nuestras vidas. 

Un beso de una amatxu que tampoco se rinde nunca. mjo 

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