Nunca quedes con una amiga si tienes prisa. Ni a la costurera voy (que también es compañera de secretos) si no tengo tiempo suficiente para charlar con ella de sus cosas y la mías. Que la amistad no entiende de relojes y nunca sabes si un café (y quien dice café dice infusión, sidra, vino o cerveza) va a dar para media hora o para tres horas y media.
Ayer pude estar de nuevo con dos amigas a las que aprecio mucho. La caperucita de las cuentas que ahora va para dispensadora de medicamentos, y la modelo de mis mejores fotos en blanco y negro, que era, y sigue siendo, una increible ilustradora, entre otras cosas.
Nunca quedes con una amiga si tienes prisa. Y si quedas con dos .... ya ni te cuento.
Un beso de lo sé, nunca es una palabra demasido grande. mjo
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