Ese fue el inicio de todo. La semilla. La idea que tuvo alguien a quien conozco bien aunque a veces se enfada cuando se lo digo. (Le conozco bien. Y lo sabe.)
El principito de Antoine De Saint-Exupéry fue el principio para un proyecto que dejó sin final porque cambió de rumbo. A veces pasa. Y bien está. Ahora llega a mí ... desde otro lugar. Y aunque podría ser de otra manera, las cosas hay que aceptarlas como vienen. Y decidir que hacer con ellas. La vida está llena de pequeñas decisiones que hay que tomar.
Nuevo proyecto. Sí. Y lo acepto. Debo vestir un personaje que bien puede ser de cualquier manera. Pero que será de una sola manera entre todas.
"Y ahora, por cierto, han pasado ya seis años... Nunca había contado esta historia. Los camaradas que me encontraron se alegraron de volver a verme vivo. Estaba triste, pero les decía: Es la fatiga..." (pág 91)
Un beso de cena y paseo. mjo
Nota: Este es el libro favorito de mi doctora.