viernes, 30 de noviembre de 2018

Ayer llegó a mis manos


"En la romería posterior al año que Nicolás mató a su hermana yo ya era miembro de la Hermandad. Había ingresado cuatro años antes, nada más comenzar el instituto. A pesar de que seguía siendo un niño, era grande y robusto y ya podía cargar la Virgen sin problemas. Como de costumbre, ese año los quince miembros nos reunimos unas semanas antes de la romería para preparar el trono y la fiesta. Aquellos encuentros solían estar llenos de tensión. Allí salían todos los reproches del año anterior -los que cambian el paso, los que llegan tarde, los que nunca encuentran la camisa del traje de huertano y se ponen la primera que encuentran...-. Sin embargo, la reunión de 1996 fue calmada. La celebramos en la Alcaldía de los Ramos, nadie recriminó nada a nadie y terminamos mucho antes de la cuenta."

El dolor de los demás de Miguel Ángel Hernández

En la portada una foto de hace años. Posiblemente de Nicolás y su hermana junto a su padre, en un carro tirado por un poni. Atrás una silueta amarilla. Miguel Ángel Hernández.

Un beso de libro recomendado. mjo

jueves, 29 de noviembre de 2018

Dolorosa separación


Antes de empezar el final, antes de acabar con nuestra relación, siento la necesidad de dar por zanjadas algunas cuestiones. Después de hacerlo, sin prisa, voy a la estación. En un banco duro, azul y frío, leo unas páginas hasta que llega el tren. Hoy no voy en autobús, no podría leer, me mareo. Por eso voy en tren. En tren sí puedo leer. He podido siempre. Aún puedo. Tengo frío. Lo noto. Será que llega la hora de la despedida, pienso. Camino rápido, intentando generar algo de calor. No. No lo consigo. Veo una panadería bonita y entro. Una infusión y algo de chocolate. Mano de Santo. Y aquí, ya sí, llega la hora del adiós. El se acabo. El final definitivo. 

Ya puedo seguir con mi vida. Ya puedo ir a por los sombreros, los cuadernos, las telas, todo. Ya solo me quedarán los recuerdos de tu paso por mis días, de tus palabras bellas y exactas. De tu sensual manera de colarte en mi cabeza y hacerme tuya. 

Después he llegado puntual a todas mis tareas, y unas gotas de lluvia han hecho que parase y pensase en volver a casa. Y en volver a empezar esta tarde. Cuanto antes mejor. No puedo seguir pensando en él. -me repito. ¿O sí puedo? 

Un beso de loca sin demasiadas secuelas. mjo

Nota: He acabado el último libro, de palabras bellas y exactas. Esta tarde lo llevo. Y empiezo otro.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Esas manitas


La mesa con pegamento, botes de rosa y oro, ramas secas, trozos de periódico, pinceles llenos de pintura hasta la punta, barro seco roto, cartulinas de colores, hojas con manchurrones, colorante rojo en el suelo, negro en el lavabo, azul en mi nariz, ...

Así ha quedado la cosa tras el paso de 19 artistas de pequeña talla (nos faltaba A. porque estaba enferma, sino son 20) al final de la última clase. Paciencia, trapo con agua caliente y dale. ¿Cómo les voy a pedir que lo dejen todo bien recogido si nunca quieren salir? Se acaba la hora, se acaba el tiempo de margen, la música para relajarse, se acaba todo, y siguen, y siguen pintando, cantando, pidiendo, saltando. No quieren que la clase termine, y a mí, claro, el alma se me derrite. Son poco menos que adorables, tiernos y tiernas hasta decir basta, tenaces, valientes, ocurrentes. X. quiere hacer una maqueta de un parque, bendito, con hojas blancas pintadas y recortadas. I, quiere hacer un castillo encantado, A, lo mismo que X, y M e I siempre quieren espadas. De la primera clase ni hablo, son como un huracán que repite mi nombre hasta que levanto la mano y pido un poco de calma. Inagotables. 

Apenas les conozco y ya les quiero. Son .. lo mejor, se mire por donde se mire. 

Un beso en bata de cuadros. mjo

martes, 27 de noviembre de 2018

Y después la peli


Solo he echado un discreto vistazo al trailer oficial de la película. Antes de dar el siguiente paso, quiero terminar el libro. Bueno, también he buscado información sobre el autor del libro, sobre el guionista que adaptó el libro a guión cinematográfico y sobre el director que lo llevó a la pantalla grande el año pasado. Nada más, lo ... Bueno, espera, también he escuchado la banda sonora. Y he visto los trailers de las otras dos películas del director que forman, junto con Call me by your name, una trilogía, ... nada más. Bueno, también he mirado unas fotos del protagonista. Lo confieso.

Y es que no hay nada como tirar del hilo. Empiezas a encontrar cosas que coinciden, que te interesan, que te gustan. Y el abanico se abre. Y un mundo de posibilidades alimenta tus ganas de conocer nuevas historias, ver nuevos rostros, escuchar nuevas canciones. 

Esa enorme casa de una Italia llena de belleza se dibuja claramente en mi cabeza. La playa, la habitación y los balcones, la piazzeta, la librería, pasan a ser algo real y tangible en mi imaginación. Y después, cuando lea las últimas palabras del último párrafo de la última página, podré comparar el producto de mi mente con la visión del director. Para bien, y para mal. 

Suelo ser bastante conformista, y casi siempre me alegro de haber saboreado los dos formatos. Y si creo que la imagen no será justa con mi particular versión, con no acercarme a ella, todo solucionado. Eso sí, primero el libro, y después ... la peli.

Un beso a Timothée. mjo

lunes, 26 de noviembre de 2018

Etimología

 El pasado jueves alguien preguntó por la palabra Resiliencia. Copio textualmente:

"Resiliencia viene del término latín resilio, «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar». El término se adaptó al uso en psicología y otras ciencias sociales para referirse a las personas que a pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente por ellas."
"La palabra resiliencia designa la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo."
 
Y había otra palabra que no recodábamos ... estoy en ello.
 
Un besote de lunes con eustrés, que no distrés. mjo
 

domingo, 25 de noviembre de 2018

Paren


Paren todos los relojes, que no se mueva el aire que respiras, que la noche suavice los sonidos de la calle y silencie los de la estancia. Paren las campanas, los minutos, las gaviotas. Que no se oiga la brisa, ni el eco, ni la voz de la vecina. Que la música descanse, que los diarios muden titulares, que se apaguen todas las risas, los cantos, los llantos. Paren los trenes, los buques, las estrellas fugaces. Que no se escuchen los truenos de una tormenta pasada ni los golpes de futuras batallas. Que no se muevan ventanas, ni cortinas, ni alcobas, ni sombras. Que paren los pensamientos y los susurros, que la vida calle, que solo se sienta el silencio.

Que paren todos los relojes. Estoy leyendo. Y me gusta el libro.

Un beso nocturno. mjo

sábado, 24 de noviembre de 2018

Suavidad


En la 33 me levanto. En la 45 lo dejo. En la 72 cierro el libro y me voy a desayunar. Lo prometo. Así desde antes del amanecer hasta las diez de la mañana. Despertarse un sábado y quedarse en la cama a leer con la calidez de las sábanas blancas y la luz del día entrando por la ventana. ¿Puede haber placer igual? Y la brisa italiana se cuela hasta mi cara, y veo la casona y los cuerpos en la piscina del jardín, el balcón, los libros, las vías de la estación abandonada. Y me olvido de las tareas, de la lista de la compra, del horario y de las prisas hasta mañana. No, mañana es domingo, hasta el lunes, por favor. Y me derrito pensando en la posibilidad de terminar el desayuno y agarrar de nuevo el libro y dejarme llevar. ¿Será posible? No. Hoy toca Jokoan. Tremenda realidad. Yo quiero vivir en el mundo de los sueños y las historias. Aunque sea solo por un par de horas más.

Un beso de ojalá. mjo

viernes, 23 de noviembre de 2018

Oliver y Elio


Resultado de imagen de llamame por tu nombre"Puede que todo comenzase precisamente allí y en aquel instante: la camisa, las mangas remangadas, los pulpejos redondeados de su talón que se escapan de las alpargatas desgastadas, ansiosos por probar la cálida gravilla del camino que lleva a nuestra casa y preguntando con cada zancada por dónde se va a la playa."

El libro es Llámame por tu nombre, el autor: André Aciman.

Bastaron 2 páginas para saber que él sería el elegido. Alejandrino tenía que ser.

Un beso de viernes y cita con sombrerera. mjo

jueves, 22 de noviembre de 2018

Gajes del oficios


Seguro que a ti también te ha pasado. Es normal. Yo lo entiendo. Bueno, no sé si lo entiendo. ¿Van a comisión? ¿Realmente les preocupa que bajen las ventas? ¿Temen represalias de los altos mandos que interpreten devolución por una mala gestión llevada a cabo?

Cuando vas a comprar (y me refiero a esas grandes franquicias comerciales que cambian su ropa dos veces por semana) todo son sonrisas y amables caras. Cuando vas arrepentida tras una compra que no debiste haber realizado, ya la sonrisa es más escueta y la cara más preocupada. Pobres. Igual esta manía que tenemos de comprar y luego dudar les da mucho trabajo y pocas satisfacciones. Puede ser. Aunque yo creo que su salario es el mismo, las mismas horas de curro y el mismo aguinaldo, si es que hay aguinaldo. Por lo tanto, ¿a qué vienen esas caras largas y esos morros arrugados? Si en la parte trasera aparece bien clarito: plazo de devolución un mes a partir de la fecha de compra. Pues nada. A aguantarse toca. Y es que en un mes con la etiqueta puesta hay mucho tiempo para la vuelta atrás. Que si no sé si me lo voy a poner, que si no sé si me queda todo lo bien que me tiene que quedar, que si era muy caro, que si ya tengo uno parecido y mira qué tonta, no me he dado cuenta. Excusas mil. El caso es que podemos ejercer nuestro derecho al "aquí te dejo esto, dame mis chines" por ley, por norma y porque esas tiendas grandes así te lo permiten. Antes era: lleva, lleva y ya me lo pagarás. Al día siguiente ya lo habías pagado y estrenado. Los tiempos cambian.

Un beso de comprona por trabajo. mjo

Nota: Y si no lo devuelves, siempre puedes hacer lo que hace una amiga mía: regalármelo.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

The offis


Ayer me tocó de reportera. Fue una entrevista chula. De ésas que ya sabes que te lo vas a pasar bien aunque no quieras. Y yo sí quería. El grupo, The offis, ha sido el ganador de este año en Kine Rally. Han participado en las cuatro ediciones. Lo sé, porque yo estaba allí. He participado de público, de jurado y de premiadora. Y si no había otro remedio también hablaba al micro, hacía de fotera, o lo que fuera. No se me caen los anillos porque no llevo, y si los llevara, ... lo mismo, no tocaban el suelo.

Decía, que me lo pase pipa con estos cinco chicos y esta chica que se divierten haciendo cortos y participando en lo que se tercie. Conocer gente joven con ganas de pasarlo bien, haciendo cosas no peligrosas y respetando siempre la opinión de los demás, es un lujete hoy en día. Me estoy poniendo abuela cebolleta, ¿verdad? Pues no era esa mi intención. 

Cada año nos hemos reído con sus gags, con su manera de hacer chapucera aunque sea bien hecha y en serio, con sus guiños al mundo que nos rodea y sus caras serias para decir tonterías cada minuto y medio. Son buena gente. Estudiantes, educados, y sin abuela. Los sublimes decía uno del grupo, el que pone gesto de joker cada vez  que le sacas una foto, deberíamos llamarnos Los sublimes. De aquí a la fama..., pensaba yo, no hay nada.

Se merecen lo mejor. Y espero poder verlo. 

Un beso a La liga de la Injusticia. mjo

martes, 20 de noviembre de 2018

La cabra tira al monte


Pretendía yo subirme el ánimo en este lluvioso y frío día de otoño a base de reguetón y música alegre cual noche de juerga loca y desenfreno irresponsable. Tres canciones ha durado mi hazaña. Ni un estribillo más. Y es que cuando una se pone así como recogida y silenciosa no hay disco de los 80 que valga, y menos aún si has nacido en los 70 y la década de Mecano te tocó flaca y descolocada. Que lo mío no es el chumba chumba, que yo soy más de transcendentalismos y apocalipsis varias. Que si me levanto con día raro, mejor será que agarre los aparejos y me ponga a trabajar. Mejor también que me olvide de citas y reuniones, que mejor lo dejamos para otro día. Y de la misma, ante la imposibilidad de saltar cual liebre por la pradera, me pongo con la Mercedes Sosa o Lhasa o Cohen o músicas de ésas que de puro importantes no caben en la partitura tradicional y reglamentaria. Y ahí sí, disfruto como niña en cacharrería, cantando y pintando al son de mis inolvidables clásicos otoñales. 

Y es que ya lo dice el listo de la familia: Si te encuentras mal, trabaja. Al día siguiente te encontrarás mejor y encima habrás adelantado faena. Y yo añado: si lo haces con música de la buena, mejor.

Un beso de pinturera y cacharrera. mjo 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Amigas al sol


Imprevisible como la primavera y bien recibida como un rayo de sol. Ella. La que a veces llama y luego pregunta: ¿Por dónde andáis? Regalos, paseo y una pequeña charla. El lunes más, por decreto foral. No puede ser que pasemos tanto tiempo sin saber nada la una de la otra. Pondremos remedio. Sí, sí, este lunes mismo. Será que pasan los años, me hago mayor, y añoro a esas personas a las que aprecio y no veo tanto como yo quisiera, y me alegra una llamada, un encuentro, una cita pequeña. Me olvido del plan, de la agenda, del horario, y me lanzo a la aventura de buscar un banco al sol que no nos dé justo en la cara. A ti te molesta, y a mi me provoca pecas. Entre repartidores de periódicos y balances interrumpidos, aparece la atleta del grupo y se une a nuestra cita improvisada. Qué bonita es la vida cuando no se pone fea. Y qué fácil parece todo cuando una amiga te llama, por sorpresa, en una luminosa mañana.  

Un beso a la chica que hace pasteles de zanahoria. mjo

viernes, 16 de noviembre de 2018

El próximo libro



Resultado de imagen de el dolor de los demás 
"En la Nochebuena de 1995, el mejor amigo de Miguel Ángel Hernández asesinó a su hermana y se quitó la vida saltando por un barranco. Ocurrió en un pequeño caserío de la huerta de Murcia. Nadie supo nunca el porqué. La investigación se cerró y el crimen quedó para siempre en el olvido. Veinte años después, cuando las heridas parecen haber dejado de sangrar y el duelo se ha consumado, el escritor decide regresar a la huerta y, metiéndose en la piel de un detective, intenta reconstruir aquella noche trágica que marcó el fin de su adolescencia."

El dolor de los demás
de Miguel Ángel Hernández

Me lo recomendó él. Ayer mismo. En la Biblioteca. Me sumo a la lista de espera. 

Un beso de viernes y tibio sol. mjo

miércoles, 14 de noviembre de 2018

No hay canciones


Ni versos, ni frases, ni rezos, ni flores. Nada consuela el llanto. Nada le pone freno. 

Si los ángeles no tienen sexo, ¿por que razón han de tener una pronta muerte? Demasiado niña, pienso. Demasiado inocente

Un beso a su sonrisa siempre. mjo
Nota: Nos criamos juntos, bicicletas y escalera. No sabes cómo lo siento.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Así empieza


     "Ojalá pudiera medirse el dolor humano con números claros y no con palabras inciertas. Ojalá hubiera forma de saber cuánto hemos sufrido, y que el dolor tuviera materia y medición. Todo hombre acaba un día u otro enfrentándose a la ingravidez de su paso por el mundo. Hay seres humanos que pueden soportarlo, yo nunca lo soportaré. 
Nunca lo soporté."

Manuel Vilas. El libro: Ordesa 

"Son dos verdades distintas, pero las dos son verdades: la del libro y la de la vida. Y juntas fundan una mentira." 

Un beso a la chica de la meditación. mjo

martes, 6 de noviembre de 2018

Como hoja seca


No sé por qué te quiero
Será que tengo alma de bolero
Tú siempre buscas lo que no tengo
Te busco en todos y no te encuentro
Digo tu nombre cuando no debo

No sé por qué te quiero
Si voy a tientas tú vas sin freno
Te me apareces en los espejos
Como una sombra de cuerpo entero
Yo me pellizco y no me lo creo

Si no me hicieran falta tus besos
Me tratarías mejor que a un perro
Piensa que es libre porque anda suelto
Mientras arrastras la soga al cuello

Querer como te quiero
No va a caber en ningún bolero
Te me desbordas dentro del pecho

Querer como te quiero
No tiene nombre ni documentos
No tiene madre no tiene precio
Soy hoja seca que arrastra el tiempo
Medio feliz en medio del cielo

Un beso de cuentas después de comer. mjo

Nota: Se han colado en la banda sonora de la tarde Ana Belén y Víctor Manuel.