Hoy le he pillado la pata a una mosca rubia con la puerta de la furgoneta. No tengo perdón. Después, una vez acabado mi trayecto, he abierto y se ha quedado justo en el marco de la ventana. Si cerraba, la aplastaba. He llamado al ecológico de casa pidiendo ayuda. Anda maja y me ha colgado. Con un albarán de material escolar en la mano, le he invitado a cambiar el acero por el papel y se ha venido. Después le he perdido la pista. Ha volado. Menos mal. Con lo que le temo yo al karma.
Un beso de martes lluvioso y me quiero ir a Lanzarote. mjo
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