Y después del chico de 39, llegó la madre con 38,9. Pero él, al tercer día, ya estaba en marcha, y la madre, sí, yo, sigo coleando y jurando en todos los idiomas posibles, que el año que viene me vacuno. No vuelvo a pasar yo por esto ni loca. Que horror. Ni te imaginas.
Un beso de calamitosa. mjo
