lunes, 18 de agosto de 2014

Banderilocas.


Una camiseta con un perro de ojos grandes, una pulsera con calavera, un arco con cuatro flechas (una rota en el registro del aeropuerto) un bolso típico, un disco de Julieta Venegas (con dedicatoria), algunas monedas, algo de dinero, un dulce muy dulce y dos banderilocas* (para compartir con los amigos). Todo esto venía en la maleta desde México. Esto y kilos y kilos de ropa sucia, claro. Y dos periódicos. Allí son más largos. Físicamente más largos. Un día los llevo al rincón. 

Ya está aquí, ése que deja las luces encendidas allá por donde pasa, y las puertas de los armarios abiertas y los cajones y ... ¡pero que ganas teníamos de verle! ¿verdad?

*Banderiloca: Chuche con sabor a Tamarindo con Chile/Hot Tamarind Flavor Candy. No acto para menores de 4 años.

No sé si me atrevo.

Un beso de verano sin sol en la calle en la que vivo. mjo

1 comentario:

Anónimo dijo...

esas banderilocas......
vamos a tomar mas cervezas de lo habitual! si llegan al viernes. Besos desde el sur.
Be happy!