Iluminan mis mañanas de papeles y pinceles, eran tres, ya solo quedan 2 y llevan una semana conmigo. Imagino que les queda poco, intentaré disfrutarlas mientras duren sus pétalos así de bonitos y tersos.
Ocurre un poco lo mismo con las citas del rincón. No sé cuántas nos quedan. No me atrevo a preguntar. No quiero. Se hace tan largo luego el espacio de tiempo en el que no nos reunimos para descubrir libros nuevos.
E. ha empezado con Millás y se ha enamorado, A. no acaba un libro y ya está buscando otro, E. y C. van casi por libre, no me necesitan. P. prefiere el libro electrónico y a M.A. le apetece leer libros alegres, que para penas ya está la vida -dice. M. viene cuando puede, M.L. siempre la primera y no pasa un solo día sin lectura. Ni un solo día. J. tiene un gusto especial y la viajera I. nunca sabe lo que está leyendo. ...
Puedo seguir hasta nombrar a todas las que vienen (a veces sí, a veces no) al rincón, las conozco bien, como si hubieramos pasado más de 8 años juntas. Como si mi labor fuera conocerlas para atinar bien en la recomendación. Recuerdo lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que ya han leído y lo que les queda aún por leer. Son... algo hermoso a lo que hay que cuidar. Son, como las rosas blancas, claro.
Un beso de monitora. mjo
1 comentario:
Ciao, Bella
A mi me gustan los rosas también cuando se secan. siempre me parecen preciosas. Tan decimonónicas como yo ;)
Un graaaan beso
Fátima
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