jueves, 21 de noviembre de 2019

Y sigue


"...Ella, metódica y perfeccionista como la que más, no concebía estas licencias que se tomaba la gente, por lo que, a pesar de saberlo, muchos viernes se quedaba sin enviar las correcciones necesarias, lo cual, le ponía de un humor de perros. 

Inés no era una mujer infeliz o malhumorada como muchos creían en el pueblo. Pero había cosas, como la falta de compromiso con los horarios laborales que le hacían perder la paciencia, los nervios y, en ciertas ocasiones, hasta la compostura."

Ahora le toca a la chica guapa de pelo blanco y labios rosas. 

Un beso de poco a poco. mjo

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