No aprendo. Yo quería sol. Ellas sombra, por favor. Son dos, siempre ganan. A la sombra y brisa de los robles charlamos, tomamos, reímos, hasta que nos echaron. Caserío del s. XV sí, pero con unos toques ...
Hoy resfriada. No se lo van a creer, pero es cierto. Ni el vestido de la guapa de Villa Lucía me salvó de un atardecer fresco. Cosas que (me) pasan. Aún así se lo agradezco, fue un detalle bonito.
Y ahora, a poner la próxima cita. Que el tiempo vuela. No pienso ponerme vestido, ni falda, ni marga corta; llevaré una manta por si la tarde cambia. Y por si no cambia, también.
Un beso a las estilosas de mi vida. mjo
Nota: Tengo que hablaros de los beneficios del sol para los huesos. Sin falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario