sábado, 19 de septiembre de 2015

La imaginación de un niño


"Para que esta dolorosa experiencia no acabara traumatizándome, mis padres me ahorraron el sufrimiento de tener que volver al jardín de infancia. Me permitieron pasar el resto del curso en casa. Mi madre trabajaba por las mañanas como fisioterapeuta y yo la acompañaba en sus viajes por la provincia. Mientras ella les enseñaba a los escépticos campesinos con dolencias en los discos intervertrebrales de qué forma debían alzar y acarrear objetos pesados, yo vagabundeaba por los alrededores."

Joachim Meyerhoff. Que todo sea como nunca fue.

Busco su foto en Internet. Tiene los ojos del color del agua. 

Un beso marino. mjo

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