Muchas veces hablo del presente, lo sé. Presente por aquí, presente por allá. Vivir en el presente, que importante cosa, ¿verdad? Nada más útil, productivo y recomendable que vivir con los pies en el suelo y no darle vueltas a la lavadora con el pasado inservible o el incierto futuro. El problema surge, y ahí estoy yo en ello, cuando tienes esa extraña sensación de que el presente se te adelanta, te empuja, y te espera, y tú, que no llegas. Corres y corres, claro, pero no alcanzas. Y piensas, socorro, qué pare un poco el presente, por favor, que esta vez ...eso, que no llego.
Un beso desde algún lugar del tiempo. mjo
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