domingo, 18 de noviembre de 2018

Amigas al sol


Imprevisible como la primavera y bien recibida como un rayo de sol. Ella. La que a veces llama y luego pregunta: ¿Por dónde andáis? Regalos, paseo y una pequeña charla. El lunes más, por decreto foral. No puede ser que pasemos tanto tiempo sin saber nada la una de la otra. Pondremos remedio. Sí, sí, este lunes mismo. Será que pasan los años, me hago mayor, y añoro a esas personas a las que aprecio y no veo tanto como yo quisiera, y me alegra una llamada, un encuentro, una cita pequeña. Me olvido del plan, de la agenda, del horario, y me lanzo a la aventura de buscar un banco al sol que no nos dé justo en la cara. A ti te molesta, y a mi me provoca pecas. Entre repartidores de periódicos y balances interrumpidos, aparece la atleta del grupo y se une a nuestra cita improvisada. Qué bonita es la vida cuando no se pone fea. Y qué fácil parece todo cuando una amiga te llama, por sorpresa, en una luminosa mañana.  

Un beso a la chica que hace pasteles de zanahoria. mjo

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