No se ha dormido mucho en casa esta noche. Un duende andaba inquieto y dando vueltas esperando el alba para abrir los regalos. Con los ojos pegados tras dos horas en vela y otras dos de sueños, ha llegado el momento de descubrir las sorpresas. Todo era bonito: los papeles, los adornos, y por supuesto, los regalos. Algunos, previsibles y otros, no tanto. Y como siempre, estupendos. Mi pijama es perfecto. Escocés, de cuadro pequeño, en tonos azules, verdes, rojos, amarillos, de mi talla, de mi estilo. Es pijama más bonito del mundo. Gracias.
Un beso a los dos chicos que saben lo que me gusta. mjo
Nota: Espero que tú también hayas recibido un buen regalo. Te lo mereces.
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