Buscando un lugar.

Una de las películas de Aristarain que más me gusta es: Un lugar en el mundo. La puedo ver 100 veces y siempre me producirá ese nudo en la garganta (que dependiendo del día se convierte en llanto desconsolado o en suspiro al viento) cuando la voz de Federico Luppi habla de encontrar un lugar del que ya no te quieras marchar. 

Algunas personas buscan tranquilidad, otras mucha pasta, algunas quieren tener tiempo libre, otras emociones fuertes. Hay de todo en la viña del pastor, sobretodo en estos tiempos revueltos, en los que no se sabe cual es la dirección a seguir, simplemente, porque ya no hay direcciones a seguir. 

Hoy una amiga retoma algo que dejó hace más de 18 años. Enhorabuena. Espero que vaya bien. Que te guste. Te lo mereces. Una nueva compañera inicia un viaje lleno de telas e ilusiones que espero poder ver de cerca. Otra, unida a mí con una canilla con hilo rojo, empezará también algo que lleva deseando desde hace mucho tiempo. Todo buenas noticias. Bien.

¿Y yo? ¿Encontraré mi lugar en el mundo? Sí. De hecho ya estoy en él. Ahora solo hay que ser valiente.

Un beso de mañana tontorrona. mjo