domingo, 21 de septiembre de 2014

De cuatro hojas.


"El verano empezaba cuando llegaban los veraneantes. No el 21 de junio, que es cuando dice el horóscopo, ni siquiera la noche de San Juan, la más corta y misteriosa del solsticio, cuando la gente se sanjuanea sumergiéndose en las aguas de los ríos y las fuentes, prendiendo y saltando hogueras o buscando al amanecer el trébol de cuatro hojas, ese que da buena suerte, sino cuando llegaban los afortunados que podían permitirse el lujo de descansar los meses de más calor, al contrario que el resto de la gente."

Julio Llamazares. Las lágrimas de San Lorenzo.

Yo tuve un trébol de cuatro hojas en un diminuto jardín cuando vivía en una pequeña pero bonita casa en las afueras. Lo arranqué y lo guardo (seco) junto a unos dientes de leche, no muchos, varios se han ido perdiendo sin esperar al ratón de los regalos. Tengo suerte. Siempre la he tenido. Con trébol y sin él.

Un beso de melisa, orégano y perejil. mjo

No hay comentarios: